Ve a tu habitación y cierra la puerta. Apaga el móvil, el ordenador y desconecta el teléfono fijo. Lleves lo que lleves quítatelo, ponte el pijama y échate en la cama. Llevas tiempo evitándolo, pero ha llegado el momento de hablar y reflexionar contigo misma. Ahora es cuando te quedas en silencio, todavía no es momento de pensar en nada ni en nadie. Deja la mente en blanco hasta que consigas escuchar a tu corazón.
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